GRAVITY - Análisis

Probablemente no os acordéis, pero la primera y única vez que hablamos de Gravity os prometí que la vería, como redención por mi pecado de no haberos informado sobre ella todo lo que debería. Y porque quería verla, ¡qué coño!

No os voy a mentir sobre mis primeras expectativas: Alfonso Cuarón, Sandra Bullock, George Clooney y Espacio me parecían 4 ingredientes que formarían una mezcla insípida. Crasisísimo error. Las palabras de James Cameron fueron las primeras que me hicieron poner el ojo en Gravity: "Es la mejor película espacial que se ha hecho jamás". Con esa premisa no pude evitar echarle un vistazo a algunos de los trailers y su argumento, ¡y no me bastó mucho para darme cuenta de lo equivocados que estaban mis prejuicios!

Mis expectativas cambiaron de polo, y con el peligro que supone esperar demasiado de algo, me planté en el cine el día del estreno para ver Gravity con la inmejorable compaña de mi Laura.

DEL ARGUMENTO

Antes de empezar a dorarle la píldora a la película, para los que no lo sepáis, Gravity trata sobre dos astronautas en una misión espacial bastante rutinaria y sin peligro potencial. Sin embargo, un suceso totalmente inesperado pone la misión en jaque hasta el punto de dejar a los dos protagonistas suspendidos en el espacio, totalmente solos y sin comunicación con la Tierra. Acojona sólo de pensarlo, y si con pensarlo no os basta, Gravity se encarga estupendamente de transmitirnos una sensación de agobio y preocupación como si fuéramos nosotros los que hemos quedado a la deriva en el espacio.

Precisamente aquí recae uno de los puntazos de Gravity, sobre todo en la figura de Ryan Stone (Sandra Bullock), cuyos infinitos jadeos no nos dejarán levantarnos del sillón ni para re-acomodarnos. No es de extrañar, ya que Ryan Stone es tan solo una Ingeniera Médica (o ingeniero médico, a mi me dejáis...) en su primera misión espacial.

No es un orgasmo espacial, es acojone sideral lo que tiene

UN REPARTO DE DOS ACTORES

Con tan solo dos personajes, la ya mencionada Ryan Stone y con George Clooney interpretando al experimentado Matt Kowalski, Alfonso Cuarón se las ha ingeniado para hacer un peliculón. No es, como podréis leer en cualquier análisis, lo único que hace tan grandioso a este film, ni siquiera lo que más aporta a la causa, pero si que tiene un papel importante en Gravity. 

George Clooney en su línea, con un papel colmado de carisma que le da el punto simpático para nada aborrecible a la historia. En el polo opuesto Sandra Bullock, no por su interpretación que es más que correcta, sino por interpretar la parte sentimental de la película, siendo realmente el motor que conduce la misma dejando a Clooney relegado a un segundo plano. Para muchos, Bullock ha hecho la interpretación de su vida en Gravity, para mí desde luego es la mejor que le he visto y aunque no he visto tantas películas suyas, puedo imaginarme que de verdad lo es.

Cabe destacar que en el film aparecen un par de voces aquí y allá, e incluso un astronauta de espaldas haciendo acrobacias que llega a arrancar unas risas al público, cumpliendo a la perfección su función residual.

Vaya miraditas... A pesar de los caracteres tan dispares, ambos personajes desarrollarán una gran química. Pero no la clásica romántico-sexual. Supongo que esos trajes espaciales no harán muy buenas curvas...

PERFECCIÓN ASTRONÓMICA

Pasemos ahora de verdad al doramiento de píldora. De altos vuelos, sideral, estelar, llamadlo como queráis, pero la realización de Gravity es de una exquisita perfección. Dicho de compadreo: la hija de puta está muy bien hecha. Perfecta. La recreación del espacio es inmensa, y Cuarón se gusta, se recrea con unos planos de la Tierra que nunca son iguales. Esto dota de singular (aunque relativa) variedad de planos a algo tan inmenso pero homogéneo como el espacio.

Los primeros planos son especialmente asombrosos. A la par que nos metemos en la piel de Ryan Stone, nos recreamos visualmente con los reflejos del casco de la astronauta. Y la duración de los planos está tan calculada al milisegundo que si esto fuera Fórmula 1 seguramente podríamos acusar a Vettel Cuarón de haber utilizado alguna pieza ilegal.

Tampoco faltan los momentos íntimos, interpretados por la figura de Sandra Bullock, que llegando al final experimentan una soberbia suerte de mezcolanza de sensaciones que culminan un trabajo sublime.

Antes de terminar no quiero dejar de lado la estupenda recreación de la Gravedad 0 que podremos disfrutar a lo largo de ciertos momentos de la película. No es 100% realista, como ya ha sacado a relucir algún experto, pero sin embargo creo que no es casualidad. A mi juicio, no dejar volar a libre albedrío los pelánganos de la Bullock como si de una gorgona se tratase es perfectamente perdonable, pues dudo que dotar de realismo ese irrisorio detalle favoreciese la narración. Bueno, solo quería dejarlo dicho.

CONCLUSIÓN

Nadie aquí va a descubrir que estamos ante un peliculón del 15, indudablemente uno de los mejores del año y que seguramente tendrá cosas que decir en los Oscars. No obstante todavía habrá gente que dude si verla en el cine o peor aún, siquiera verla. 

Para ellos, mi mensaje es este: Dejaos de majaderías. No estamos hablando de fantasmadas espaciales, sino de un guión maravilloso con dos actores que lo bordan y una historia que no os dejará sin sentir nada. Por no hablar de la tremenda fotografía que os dejará boquiabiertos.

Todavía no le voy a poner un 10... pero hace ya casi dos semanas que la vi, y del 8 que empecé le acabo otorgando un....

Gracias por leerme. Espero que os haya servido, a fin de cuentas... ¡Es mi primer análisis de una película!