Krilin nos enseña que a pesar de sacrificar el futuro de la tierra por la posibilidad de tener sexo con un robot con forma de mujer (muy atractiva, eso sí, como ya hemos visto en la anterior entrada), no todo está perdido en su cabeza y ha decidido aprender inglés. Parece haber captado las sutiles diferencias entre dentro y fuera. Le ha costado menos que Salvar el mundo / Zumbar con androiode. |
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