Las aerolíneas Air New Zealand han tenido el gran privilegio de revelar al gran dragón Smaug en toda su plenitud y sin escasez de detalles.
La compañía encargó un diseño de la imagen del susodicho dragón, la cual se adaptara a su propósito y lo mostrara en todo su esplendor. Y después se encargaron de pintar a Smaug a ambos lados de un Boeing 777-300, ¡cómo para no verlo!
El director de la película ha reconocido sentirse orgulloso de que sea Nueva Zelanda el lugar donde se de a conocer por completo a Smaug. Y no es de extrañar, puesto que allí ha sido donde han trabajado tanto tiempo y tan arduamente para sacar adelante el gran proyecto que ha supuesto y supone El Hobbit.
Aquí os dejamos unas cuantas imágenes y un vídeo donde se puede observar, obviamente resumido, el proceso de "caracterización" del Boeing.
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