Primeras impresiones del Sim RPG Potion Permit

Potion Permit Sim RPG

Hoy 22 de septiembre se lanza en todas las plataformas Potion Permit, un Sim RPG de la mano de la desarrolladora Mass Hive Media y PQube. Hemos tenido la ocasión de probarlo antes de su lanzamiento, como ya hicimos hace unos días con el FPS Metal: Hellsinger en PS5. Hoy haremos lo propio con este título en su versión para Nintendo Switch en el que nos meteremos en la piel de un alquimista con la misión de mantener alto el pabellón de la Asociación Médica en un pequeño pueblo MUY receloso de la ayuda de la gran capital.

Así de primeras suena estresante, a gran responsabilidad que llevar sobre nuestros hombros. Sin embargo Potion Permit ha sido, ante todo, un relajante a la par que entretenido reto en estas primeras partidas que hemos tenido ocasión de disfrutar. Perdonad que me meta en lo personal, pero soy de los que no suele pasar más de una hora seguida pegado a la consola o el ordenador por un videojuego. Potion Permit me ha tenido más de dos horas cada vez que lo he encendido en mi Switch.


Edificio de Moonbury - Potion Permit
Graficamente encantador, y también musicalmente

Y es que, metiéndome de lleno ya en sus bondades, este Sim RPG tiene todos los ingredientes para engancharte después de un día estresante de trabajo, entre tarea y tarea del hogar, o hasta en la sobremesa, ese momento tan español que apuesto que nadie en el Sudeste Asiático habría pensado en él como target. Pero sí, desde su banda sonora hasta su sencilla historia, que no simple, aportan a eso que muchas veces buscamos: "no quiero una aventura ni un RPG porque no quiero inmiscuirme en una gran trama, pero tampoco quiero un título de acción porque he venido a relajarme". Sí, Animal Crossing o Stardew Valley Vibes, my friends.


Establecido el público objetivo, vamos a desembrollar este Potion Permit. Llegamos a una isla con necesidad de la ayuda de un alquimista del que sin embargo no se fían sus habitantes. Nuestra misión principal va a ser prestar esa asistencia necesaria a la población de Moonbury y ganarnos esa confianza perdida poco a poco. El modus operandi será recolectar por nuestra cuenta los ingredientes necesarios para crear pociones en nuestra choza, explorando una isla con alguna que otra hostilidad.


Pradera Plácida - Potion Permit
Allá vamos, mi perrete Marmelo y yo en busca de Forrest, que promete enseñarnos los fundamentos de la recolección. Una hoz, un martillo y un hacha es con lo que contamos.

Suena sencillo, y lo es. Lo bonito de Potion Permit es que de este objetivo primario surgen multitud de secundarios y alguna que otra trama para darle vida. Al principio, pequeñas y sencillas misiones nos irán desentrañando el funcionamiento de la isla y nuestras habilidades. Recolectar X ingredientes, para después crear X pociones, que luego nos ayudarán a curar a X pacientes, a los que tendremos que agasajar con X encargos para que no nos ignoren en nuestra estancia en Moonbury y... sí, nos sigan dando misiones, contando detalles y poco a poco desvelar la trama. Ésta, como ya adelanté, es suficientemente sencilla como para no agobiar con detalles innecesarios y no tener que prestarle más atención de la debida. Al mismo tiempo es lo suficientemente compleja como para dar un valor añadido a nuestra estancia en la isla: nos dará vidilla a la hora de querer seguir investigando, recolectando, explorando. A fin de cuentas, a seguir jugando a Potion Permit.


La clínica de Moonbury
Diría que lo hemos hecho bien...

Hay que añadir la existencia de multitud de mini-juegos a la hora de realizar nuestra función como alquimista. Ya sea para diagnosticar a nuestros pacientes, para crear pociones o para emplear nuestro tiempo sabiamente y ganar un dinerito extra, estos mini-juegos pondrán a prueba nuestra concentración y habilidades además de dar variedad a nuestra experiencia de juego. Bueno, quizá "poner a prueba" sean palabras que le vienen grandes. Tienen la dificultad justa, al menos al principio del juego. Esa cualidad es extensible también a los enemigos que encontraremos. El sistema de combate es el de cualquier Action RPG, y aunque hay animales más duros que otros (fuente de ingredientes, por cierto) no constituyen un reto en sí mismos, sino un limitador de recursos más a tener en cuenta: atacarles nos restará energía, y sus golpes nos restarán vida. Lo que viene a significar que no podremos estar todo el tiempo que queramos sin beber alguna poción o comer alguna seta. O sin dormir, que ya sabemos que en los RPGs cura todos los males.


Crear pociones en Potion Permit
Cada ingrediente aporta una forma diferente al patrón de la poción. No se pueden solapar, ni tampoco podemos pasarnos de 5 ingredientes. Además, según la poción, algunos elementos no funcionan

Todo lo comentado aporta al todo: ¡hasta que durante todo el juego nos acompaña un perro! Son multitud de detalles pequeños y diferentes difíciles de aunar en una review, no quiero imaginar lo difícil de aunarlo en un título que funcione. Y a resumidas cuentas, Potion Permit lo hace. La mejor prueba es que después de escribir estas líneas, ¡voy a encender la Switch y seguir jugando! Tengo a un par de habitantes en el bote con alguna intriga pendiente y toda una investigación sobre qué paso en la isla para que nadie se fíe de los alquimistas. Y la poción Besababas en el caldero... ¡ya os iré contando!


Y si os ha llamado la atención o lo teníais en vuestra wishlist...



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